Lean la entrevista con Jairo Miranda, artista de paste-up de Costa Rica.
¿Cómo fue que empezaste a hacer arte urbano?
>> Todo empezó como una válvula de escape; como una forma de expresión personal; un grito visual. Silencioso. Algo tenía que decir en las paredes de San José. El primer "paste up" que pegue por la ciudad fue un insecto (uno que hace muchisimo ruido) así la chicharra (cigarra) llamaba la atención. En ese tiempo (2004) no se veía mucho "paste up" en Costa Rica, sí existía ya un movimiento de graffiti fuerte en los alrededores de la Universidad de Costa Rica, San José centro y barrios; sin embargo yo todavía no había visto el arte callejero como un poster pegado. Inspirado por la urbe, sociedad y naturaleza; teniendo acceso a herramientas tecnologicas (pc, scanner, impresora, camaras digitales, etc) seguí experimentando con imagenes en digital primero y luego impresiones fracmentadas que pegaba por la ciudad. Me alegra saber que otros artistas costarricenses se apropiaron luego de la tecnica e hicieron sus propuestas en "paste up" y que ya no es raro ver todo tipo de posters, fotografías y diseños pegados en los muros.
Describe tu propio estilo.
>> Pego fotografías y diseños en las superficies de la urbe. Digitalizo pequeños objetos, insectos, pajaros, recortes de periódico y revistas; hago fotografías digitales de lugares, cosas y personas; estas imagenes las proceso con programas de edición que luego imprimo en papel. Busco un sitio adecuado y hago la intervención. Uso lo efímero como concepto. Documento los procesos de montaje y desgaste de la obra causado por el tiempo y los elementos naturales.
¿Cuál es la percepción que tienes de la escena de arte urbano en la Ciudad en donde vives?
>> Acá en Costa Rica hay muchos artistas talentosos, no solo en la capital si no también el las provincias. El problema que tenemos es que aquí hay mucho individualismo, no hay algo que una las diferentes disciplinas artísticas callejeras e iniciativas como un bloque fuerte de expresión popular. Hace falta más interés de los medios de comunicacion, mas presencia en internet, apoyo de los gobiernos locales y patrocinadores. No estamos del todo mal, pero podriamos estar mucho mejor. Hay festivales urbanos en diferentes partes del pais que unen la música, danza, acrobacia, graffiti, paste up, etc. algunos apoyados por el sector público y otros con la empresa privada. Este tipo de arte es muy atractivo para los jóvenes que pueden encontrar en el una forma de decir algo, de expresarse por medio del arte, es una muy buena forma de crear un canal de comunicación con ellos.
¿Hay artistas quienes tuvieron (o todavía tienen) influencia en tu arte?
>> La principal fuente de inspiración que tuve cuando niño fue la televisión, poder observar ese torrente de imagenes y sonidos en la pantalla creó en mí una fascinacion con la imagen que todavía tengo. Recuerdo mucho también las esculturas y pinturas que ilustraban una vieja Biblia de mi familia. Internet tiene una gran influencia en mi trabajo hasta hoy. El arte prehistorico con sus murales en cuevas, arte Naif, el renacentismo, los impresionistas, el expresionismo abstracto, el Pop Art, Surrealismo, Dalí, Pablo Picasso, Pollock, Warhol, Da Vinci, Rodin, Tapiez, Mondrian, Banksy; los artistas costarricenses Francisco Amiguetti y el escultor José Sancho. Del cine: Fellini y Pedro Almodovar; de la literatura: Gabriel García Marquez, Ernesto Sabato y muchisimos otros.
¿Que sentido tiene el arte urbano para ti?
>> ¡Libertad! ese es su sentido mas puro para mi. El arte urbano es popular, directo, profundamente democrático, hiperactivo y sorprendentemente variado, ha logrado desaparecer las históricas barreras que hay entre arte y espectador, oponiéndose a conceptos de élite, escapa del museo, al curador y al galerista. Es un arte horizontal que no se comercia, no se compra ni se vende, termina con la idea de obra de arte como objeto comercial de lujo, es por definición subversivo; por eso es generador de un debate que invita al diálogo, la participación y reflexion, evitando así el monólogo aséptico que ofrecen las obras de museo y su pretenciosas exhibiciones. Al integrar sus elementos en lugares públicos bastante transitados: sorprende a los espectadores. Suele tener un llamativo mensaje sedicioso que crítica a la sociedad con ironía y sarcasmo invitando a la lucha social, la crítica política o simplemente a la reflexión.