
Mi nombre es Dorian Serpa (CHUCK) y vivo y trabajo en Managua (Nicaragua), ciudad en la que también he nacido, hace más de treinta años.
Hacer arte urbano en una ciudad cómo Managua, que de por si representa un delirio urbanístico, o quizás la negación misma del urbanismo, ha sido un experiencia muy particular de lucha en varios sentidos. Después del terremoto del 1972 de la vieja Managua no ha quedado mucho más que el esqueleto de la antigua catedral y la ciudad ha vuelto a surgir de manera desordenada y poco amigable para los habitantes. Así que aquí no había trenes que pintar, ni tampoco pilares de autopistas. Además, aquí tampoco se consiguen buenas latas y tapones. Nada de nada.
Cuando con un pequeño grupo de amigos comenzamos a pintar a mitad de los años noventa, tuvimos que luchar contra varios estigmas. En los años ochenta, con la revolución sandinista, el arte que se hacía en la calle (murales) tenía un contenido marcadamente político. En los años noventa, del otro lado, los poco que se podía ver de grafiti en la ciudad se asociaba con las pandillas. Así que tuvimos que afirmar primero que nuestro arte no tenía afiliación política, y al mismo tiempo que no éramos pandilleros.


El resultado, creo, es bastante interesante. Creamos nuestro propio estilo. En lo que se refiere a mi trabajo, va de las letras hasta imágenes figurativas, desde cosas muy simples hasta piezas más complejas.
Comencé a tatuar casi sin querer, porque muchos amigos me sugerían comenzar y para apoyar a mi hermano que tenia un estudio de piercing y tatuajes y de repente se quedó sin tatuador. Pero al fin me gustó y aquí estoy. Mi tienda AK 47 TATTOO ya tiene casi nueve años de funcionar.

También en el caso del tatuaje a lo largo de estos años he ido desarrollando mi propio estilo, reinterpretando a mi manera el clásico, el japonés y trabajando a mi manera las imágenes precolombinas.
En la actualidad estoy activo en el movimiento de grafiti de mi país y la región centroamericana, he pintado en Roma, Nueva York, Berlín y espero poderlo hacer en muchos lugares más. El grafiti sigue siendo una parte importante de mi desarrollo artístico, y me da mucha satisfacción personal.